EL ABOGADO Y LA ÉTICA PROFESIONAL
JULIO CESAR CASTIGLIONI GHIGLINO El Abogado es un servidor de la Justicia, un colaborador de su administración, y su deber profesional es defender con estricta observancia las normas jurídicas, morales y los derechos de patrocinado. La conducta del abogado debe estar caracterizada por la probidad y la lealtad y por el desempeño con dignidad de su ministerio, siempre con estricta sujeción a las normas morales. La conducta profesional supone a la vez un buen concepto público de la vida privada del abogado. El concepto de Probidad , engloba o abarca todas las virtudes, pues fundamentalmente equivale a un ser que obra con rectitud de ánimo, de bien, integridad y honradez. La lealtad, la veracidad, la buena fe, la honradez supone una conciencia delicada y escrupulosa, en no sólo ser, sino parecer honesto en todo momento. El cliente se sabe entregar en cuerpo y alma a su abogado, le confía sus secretos, sus negocios, sus títulos, correspondencia, documentos. La lealtad, supone cumplir