SOLO EL GOBERNADOR DEL CERCADO CUENTA CON PERSONAL Y RECURSOS.
El resto atiende en las salas de sus casas o en
locales prestados.
En comparación con sus colegas de los otros
distritos de Lima, el gobernador del Cercado, Javier Ramos Espinoza, puede considerarse un
funcionario privilegiado. De los 43 gobernadores que tiene a metrópoli (uno por
distrito, incluido el Cercado), solo él ocupa una oficina que pertenece al Estado: el local donde
funcionó hasta el 31 de enero la Prefectura de Lima. Además es el único que
cuenta con nueve trabajadores
remunerados por el Estado, computadoras, televisores, personal de
seguridad y hasta recursos asignados.
Sin embargo, los demás gobernadores –que tienen su
misma jerarquía y funciones y en algunos casos más población y más conflictos
sociales que atender –solo cuentan con su sueldo de S/. 800 mensuales. Con
parte de esa remuneración deben financiar sus oficinas.
En un recorrido realizado por algunos distritos –incluido
el Cercado –se pudo confirmar que la mayoría de gobernadores a tiende en su
propio domicilio o en locales que les han sido cedidos gratuitamente. Por
ejemplo, en Comas y Lince los gobernadores Ruperto Saavedra y Pedro García,
respectivamente, han acomodado las salas de sus
respectivas casas para instalar sus oficinas. En cambio, las
gobernaciones de San Juan de Lurigancho en oficinas que les han cedido
gratuitamente. Otra suerte corre el gobernador de Breña, Fernando Alvarado,
quien atiende en el pasadizo de un inmueble que sirve de oficinas
profesionales,
JULIO CÉSAR CASTIGLIONI
ES ALTO EL RIESGO DE CORRUPCION.
El Gobierno Central ha trasladado la responsabilidad
que tenían las prefecturas y subprefecturas a las gobernaciones, pero no le ha
transferido los recursos para cumplir con esa tarea. Al no contar con los
fondos necesarios, las gobernaciones pueden convertirse en entes donde se va a
traficar influencias. Las garantías posesorias y personales que otorga la
gobernación puede estar sujeta a ese tráfico.
En resumidas cuentas, a quien paga más se le va a
otorgar esa garantía y ello es sumamente peligroso.
Tal como están trabajando, las gobernaciones están
ofreciendo un servicio en nombre del Estado, al que no le está costando nada.
Incluso, los gobernadores están destinando partes de sus casas para ello.
El Estado está obligado a pagar, porque la defensa
de la soberanía y el orden interno son su responsabilidad. Concretamente, son
la Policía Nacional y el Ministerio del Interior los que deben hacerse cargo de
las partidas que requieren el cumplimiento de esa tarea. Caso contrario, las
gobernaciones están condenadas al fracaso.
Cabe recordar que ahora el Jurado Nacional de
Elecciones no da crédito de las constancias emitidas por los gobernadores,
porque no los considera documentos que produzcan certeza y convicción. A quien
se le otorga esta certeza son a los documentos de la policía y del Juez de Paz.
EL DATO.
Hay 1.832 gobernadores.
En el Perú hay 1.832 gobernadores, pero los únicos que
funcionan en locales públicos son los de las capitales de provincia que han
ocupado las sedes de las prefecturas y subprefecturas. El resto atiende a sus
casas o en locales prestados.
EL COMERCIO, MIÉRCOLES 07 DE FEBRERO DE 2007.
Comentarios
Publicar un comentario