ÉTICA DEL CAL

FRANCISCO JOSÉ DEL SOLAR

Abogado

Hay que aplaudir la loable labor de la Dirección de Ética Profesional del Colegio de Abogados de Lima (CAL) por solicitar la expulsión de los abogados que conformaron la mafia de Vladimiro Montesinos Torres, ya separado de esta institución. El nuevo director, Julio César Castiglioni Ghiglino, persiste con ahínco esta profiláctica aunque ingrata tarea. Sin embargo, ésta será reconocida por todos los abogados honestos, en particular, y por la sociedad, en general.

La sociedad directiva del CAL se contento sólo con la expulsión del "Doc", pero la lista es extensa. Castiglioni - que fue mi alumno en la Facultad de Derecho de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y, por cierto, muy destacado - se encuentra empeñado en que la actual junta que preside Aníbal Torres Vásquez moralice el ejercicio profesional de la abogacía, al sancionar moralmente a los abogados corruptos o a los que omitieron cumplir su responsabilidad de defender la Constitución, las leyes y las causas justas, lo que viola el estatuto del CAL y el código de ética.

De ahí las recientes epulsiones de Rómulo Muñoz Arce, José Ramos García Marcelo y Oscar Medelius Rodríguez. También las suspensiones y amonestaciones efectuadas en dos meses de trabajo de la comisión. Queremos recordar que el fugado Medelius ya fue expulsado del Colegio de Notarios del Callao.

De otro lado, subrayamos que faltan muchos abogados que ahora guardan perfil bajo. Al parecer ya olvidaron la vociferante defensa que hicieron del fujimorato y su complicidad para la violación de la Constitución y de los derechos humanos.

Hay que precisar que la anterior junta directiva del CAL, con su Dirección de Ética, poco o nada hizo para materializar esta labor morlizadora. Castiglioni recibió una inmensa carga procesal de 813 expedientes que datan desde 1996. En cinco sesiones con los actuales miembros de esta importante dirección ha resuleto 251 casos, mientras que 75 denuncias se encuentran en estudio de las comisiones de investigación. Es decir, en dos meses de trabajo efectivo, puso en giro 326 expedientes. Castiglioni se halla consciente, por ello afirma que el CAL representa la conducta jurídica del país y que como tal debe enarbolar las banderas de moralidad de la conducta ética y transparente de los agremiados.

Ofrecimos una lista tentativa de abogados que deberían ser sancionados moralmente por el CAL. Pues bien, aquí está: Martha Gladys Chávez Cossío, Luis Bedoya de Vivanco (autor de sólo un "pecado", al decir de su padre, también abogado, Luis Bedoya Reyes), Eduardo Calmell del Solar Diaz, José Alberto Bustamante Belaunde (sancionado moralmente por la Pontificia Universidad Católica del Perú, toda vez que fue retirado de la cátedra de Derecho Constitucional), Santiago Fujimori Fujimori, Fernando de Trazegnies Granda (quien también debería ser retirado de la cátedra universitaria en la PUCP), Jorge Alfredo Quispe Correa, Jorge Trelles Montero, Edgardo Mosqueira Medina, Walter Hernández Canelo y Laura Cecilia Bozzo Rotondo.

La relación continúa con Daniel Espichán Tumay, Luis Delgado Aparicio, Luis Serpa Segura, Moisés Pantoja Rodulfo, Víctor Raúl Castillo, Alejandro Rodríguez Medrano, Blanca Nélida Colán Maguiño, Miguel Aljovín Swayne, Nelson Reyes Ríos, Vicente Silva Checa, Victor Jaime Beltrán Quiroga, Fernán Altuve-Febres Lores, José Carlos Bringas Villar, David Pezúa Vivanco, Francizco Acosta Sánchez, Néstor Javier Corrochano Patrón, Pedro Infantes Mandujano, Percy Escobar Lino, Victor Hugo Salvatierra, Francizco Tudela, Ricardo Marcerano, Beatriz Ramacciotti, Fernando Vega Santa Gadea, Miriam Schenone, Ernesto Gamarra Olivares y Beatriz Boza.

Se debeincluir asimismo, a Sixto Muñoz Sarmiento, Carlos Eduardo Hermoza Moya, Raúl Lorenzzi Goycochea. Además, a todos los ex magistrados que ya fueron separados, tanto del Ministerio Público como del Poder Judicial, y que son procesados. De igual modo, a los militares y polícias abogados. Y otros más que de una u otra forma apoyaron, anduvieron o coquetearon con una dictadura de entrañas gansteriles o, en su defecto, que por su ingenuidad no comprendieron que el autoritarismo sin freno genera corrupción.

En todo caso, en el campo moral, ellos tienen en su conciencia al mejor juez, al acucioso testigo y al incansable acusador. Su perfil bajo de hoy no debe borrar las equivocaciones de ayer. los errores se pagan y los pecados se purgan con actos de fé, sacrificio y enmienda. El pueblo perdona, pero no olvida ... y si olvida, se encuentra condenado a repetir la historia. Dios quiera que no sea así nunca más.

EL PERUANO, LIMA, lunes 06 de mayo del 2002.